A partir de este 29 de septiembre, Juan Carlos Maqueda comienza a transitar su último trimestre como ministro de la Corte Suprema. El magistrado cordobés fue uno de los constituyentes que redactó la última Carta Magna, es el miembro más antiguo de la actual integración de la máxima instancia del Poder Judicial y que dejará su silla a finales de diciembre cuando cumpla 75 años.
Maqueda pudo haberle solicitado a Alberto Fernández, previo a su salida del Ejecutivo, impulsar su pliego para que luego fuera el Senado quien avalara extender su magistratura por otros cinco años, pero no ocurrió de esa manera. De hecho, el mismo cortesano dejó entrever que tampoco hubo intención por parte de Javier Milei de prorrogar su continuidad, pero de haber sucedido lo contrario, lo habría pensado. Hoy sostiene que dejar su cargo, “no es un drama”.
Por ahora no hay dudas que el ministro Maqueda seguirá participando de las reuniones de acuerdo que se realizarán en el tercer piso del edificio del Palacio Judicial de Talcahuano por los próximos noventa días.
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Si bien, la Corte se maneja sin plazos de resolución para las cuestiones que allí se plantean, hay varias de las que la política aguarda impacientemente que el saliente juez emita su voto, más allá que el propio titular de ese cuerpo, Horacio Rosatti, manifestó que se le está dando una chance a la política para que resuelva sus problemas.
Parte de eso ocurrió –parcialmente– y después de tres años en el conflicto por los fondos coparticipables entre Ciudad y Nación, quienes arribaron a un acuerdo para el pago de los meses adeudados luego de que la Corte hiciera lugar a una medida cautelar impulsada por entonces por Horacio Rodriguez Larreta, sin embargo, a los supremos les resta resolver la cuestión de fondo: la inconstitucionalidad del decreto de Alberto Fernández donde derogó el decreto firmado por Mauricio Macri por el que elevó el porcentaje a 3,5% a favor del Gobierno porteño para financiar el traslado de la Policía Federal.
Otro personaje de la política que aguarda un pronunciamiento definitivo de la Corte antes que su número de miembros se reduzca es el jefe provincial, Axel Kicillof. A principios de marzo de este año, el gobernador bonaerense presentó ante los ministros del Máximo Tribunal una acción declarativa de inconstitucionalidad para que le ordene a Javier Milei revertir el decreto con el que le sacó el Fondo de Fortalecimiento Fiscal.
Por otra parte, la Corte también tiene en carpeta otro reclamo de la Provincia de Buenos Aires contra el Mega-DNU, “ópera prima” del actual Gobierno, donde exige su inconstitucionalidad y que se restituya la transferencia de fondos a la Administración Nacional de la Seguridad Social, cuya deuda según datos del Gobierno bonaerense asciende a los $ 5,8 billones.
En tanto, algunos expedientes que involucran a Cristina Kirchner también son tema de resolución de la Corte. La causa Hotesur-Los Sauces, donde la exvicepresidenta está acusada junto a Lázaro Báez de asociación ilícita, lavado de dinero y dádivas, presta para iniciar el juicio, sigue paralizada hasta tanto los supremos no dejen firme la decisión de Casación de reabrir el expediente.
En paralelo, también deberá expedirse en el “Memorando con Irán” donde la exvicepresidenta está imputada junto a Carlos Zannini, Juan Martín Mena y Andrés “Cuervo” Larroque, entre otros. Hasta tanto esto no se sustancie, los dos tribunales que tienen las causas no podrán avanzar con los debates.
Ricardo Lorenzetti advirtió que la actual Corte Suprema es «de transición» y que «funcionar de a tres es difícil»
El estancamiento del tratamiento de los pliegos de Lijo y García Mansilla advierten de momento, un fin de año con una “Corte de tres”, cosa que ya ocurrió durante el gobierno de Mauricio Macri. Un triunvirato supremo solo servirá para avalar temas administrativos, pero en caso de no haber unanimidad para la resolución de fallos, se abrirá la convocatoria a conjueces. Sin embargo, de avanzar el Senado con dichos pliegos y llegar a fin de año con una integración plena de la Corte también deberán elegirse sus autoridades.
Lo cierto es que la salida de Juan Carlos Maqueda del Poder Judicial es más que inminente. Cuando el nuevo gobierno propuso a Lijo y a García Mansilla como candidatos para la Corte, merodeaba la idea que Maqueda no solicitó extenderse por cinco años más para no exponerse a la misma situación que Ana María Figueroa, la excamarista de Casación quien aún después de haber cumplido los 75 años, por impulso de Alberto Fernández, logró el aval de la Cámara Alta para seguir, pero finalmente el Máximo Tribunal con la firma del propio Maqueda determinó que la jueza finalizó cuando llegó a la edad límite establecida en la Constitución.
Publicado en Perfil